Tener que hacer frente a una fuga de gas no es nada sencillo, ya que es difícil detectarla y las consecuencias, si no se detiene a tiempo, pueden ser muy graves.
A lo largo de este artículo, te vamos a contar cómo evitar y detectar una fuga de gas, cómo funcionan los detectores para prevenir una fuga y cuánto tiempo tienes que ventilar para que la estancia vuelva a ser segura y no suponga ningún riesgo.
¿Cómo evitar una fuga de gas?
Evitar una fuga de gas no es sencillo, puesto que puede ocurrir totalmente de imprevisto. Ahora bien, sí que hay algunas formas de prevenirla.
Lo mejor es instalar detectores de gas que puedan alertarte rápidamente de una fuga.
También es crucial realizar inspecciones periódicas en los sistemas de gas para que así siempre estén en perfecto estado y no te encuentres con ningún problema imprevisto.
¿Cómo detectar una fuga de gas?
Detectar una fuga de gas no es sencillo, pero sí que es cierto que hay muchas formas de hacerlo.
Lo primero, como supongo que habrás imaginado, es por el olor. Tanto el gas natural como el gas propano que se utiliza en el hogar cuenta con un olor distintivo añadido de manera artificial parecido al de los huevos podridos o el azufre para que así puedas identificar una fuga de gas.
Lo segundo, aunque más complicado, es algún ruido extraño. Si te acercas a uno de estos aparatos y emite como un silbido o un siseo, es una prueba inequívoca de que puede haber una fuga.
Lo tercero es algún síntoma físico en ti mismo. Si sientes mareos, náuseas, dolor de cabeza o problemas para respirar bien, es posible que sea una intoxicación por gas.
También es posible detectar una fuga de gas si las llamas de los electrodomésticos están en color amarillo o naranja en lugar de azul o plantas o hierbas muertas cerca de las tuberías subterráneas.
Por último, pero no menos importante, ya que es el método más infalible para detectar una fuga de gas, es apostar por un detector. Es un pequeño aparato que debes colocar cerca de las áreas donde se utilice gas y que, si detecta niveles peligrosos, empieza emitir una alarma para alertarte.
¿Cómo funcionan los detectores de fugas de gas?
Lo más importante que debes saber es que hay 2 tipos de detectores: uno pensado para detectar monóxido de carbono y otro para el gas natural o el propano.
El primero cuenta con un sensor electroquímico que reacciona cuando el monóxido de carbono entra en contacto con el dispositivo. Esto activa una reacción química que provoca una corriente eléctrica que activa una alarma sonora para alertar a los ocupantes de la casa. Algunos de estos detectores también cuentan con una pantalla digital que muestra en todo momento los niveles de CO detectados.
El segundo utiliza varios sensores para detectar la presencia de gases combustibles en el aire y, cuando detecta niveles por encima del umbral establecido, activa una alarma audible o visual para alertar a las personas del peligro.
Sea cual sea tu opción, es un dispositivo clave para la seguridad de tu hogar, ya que puede detectar niveles peligrosos de gases y alertar a los ocupantes de una posible fuga de gas.
Es fundamental, por tanto, realizar pruebas de funcionamiento periódicas para asegurarte de que está en buen estado y comprobar las baterías de forma regular para que no se quede sin autonomía en el peor momento.
¿Cómo identificar una fuga de gas en el frigorífico?
Aunque lo habitual es encontrar una fuga de gas en una caldera, también puede ocurrir en tu nevera. ¿El problema? Que es mucho más complicado encontrar una fuga en un electrodoméstico de este tipo porque los gases refrigerantes son diferentes a los gases combustibles como el gas natural o el propano.
Existen varias formas de identificar una fuga de gas en un frigorífico:
- Presencia de manchas en la nevera: una fuga suele causar manchas o residuos por la nevera que pueden parecer aceitosos o tener un aspecto similar al polvo.
- Sonidos inusuales: si escuchas algo raro que es extraño, puede ser un signo de problemas en el sistema de refrigeración, que puede incluir una fuga de gas.
- Olores químicos o metálicos: si huele raro, puede ser porque el gas refrigerante está saliendo del electrodoméstico.
- Congelación excesiva en el evaporador o en las tuberías: si hay mucho hielo en alguno de estos elementos, puede indicar una posible fuga de gas.
- Mal funcionamiento: si hay una fuga de gas, el sistema de refrigeración no puede enfriar de forma efectiva.
Si detectas alguno de estos puntos, debes actuar rápidamente apagando la nevera y desenchufándola de la corriente, ventiles el área y te pongas en contacto con un técnico especializado para que pueda inspeccionar y reparar la fuga de manera segura.
¿Cuánto tiempo debes ventilar la casa en caso de fuga de gas?
Si existe alguna fuga de gas en casa, es crucial ventilar adecuadamente el área para eliminar el gas y así reducir el peligro. Ahora bien, ¿Cuánto tiempo debes ventilar en caso de fuga de gas? Esto depende mucho del tipo de gas, la cantidad liberada y el tamaño del área afectada.
La estimación va desde un mínimo de 30 minutos a varias horas dependiendo de la gravedad de la fuga. En casos muy graves es posible ventilar durante varias horas o incluso dejar abiertas las ventanas durante la noche.
También puedes usar ventiladores para acelerar el proceso, puesto que ayuda a expulsar el gas de la casa más rápidamente.
Y, por último, lo más importante: ¿cómo saber si ya es seguro? Comprueba que el olor a gas ha desaparecido por completo y si cuentas con detector de gas no esté emitiendo ningún tipo de alarma.
Una fuga de gas es algo que le puede ocurrir a cualquiera y, en caso de no detectarla a tiempo, puede ocasionar graves daños en tu vivienda, algo que puede suponer un enorme gasto económico.
¿Qué hacer en estos casos? Apostar por un buen seguro de hogar que pueda cubrir este tipo de gastos y puedas respirar tranquilo. Un seguro de hogar como nuestro seguro de Mapfre a lo Yoigo, que puede ayudarte a tener tu casa protegida ante cualquier inconveniente.