Seguro que en multitud de ocasiones te has preguntado cuál es la diferencia entre arrendadores y arrendatarios. Términos tan parecidos que pueden llevar a la confusión.
Para acabar de una vez por todas con la duda, aquí te vas a encontrar con el significado de ambos términos y cuáles son las obligaciones de cada una de las partes en un contrato de alquiler.
¿Cuál es el significado de arrendatario?
El arrendatario es el inquilino, es decir, la persona que alquila una propiedad a un propietario que es conocido como arrendador.
Al final es la persona que disfruta de un bien que alquila durante el tiempo y las condiciones que ha firmado en el contrato de alquiler o de arrendamiento.
¿Qué obligaciones tiene el arrendatario?
Como en cualquier contrato, hay una serie de obligaciones que se tienen que cumplir por ambas partes. En el caso del arrendatario o inquilino, hay bastantes elementos a tener en cuenta.
Lo primero y más importante es que el arrendatario debe hacer el pago de la renta mes a mes en el tiempo y la forma estipulados en el contrato de alquiler.
La segunda obligación por parte del inquilino es cuidar la propiedad como si fuese suya. Es clave no causar daños de ningún tipo, más allá del desgaste normal por el uso.
Unido a esto, como podrás imaginar, entra el mantenimiento de la vivienda. Es decir, debe mantener la propiedad en buen estado y realizar las reparaciones menores necesarias. En este sentido, hay que echar ojo al contrato para saber qué puntos cubre el arrendador y cuáles el arrendatario.
Como es lógico, es fundamental notificar de cualquier tipo de daño al arrendador que requiera reparaciones importantes.
En tercer lugar, hay que hacer un uso adecuado de la vivienda. Esto se refiere a algo simple: si la propiedad se ha alquilado como lugar para vivir, no se puede utilizar el espacio como tienda o local comercial, por ejemplo.
Lo cuarto es también de cajón: no se puede subarrendar el piso sin permiso. El inquilino no puede alquilar esa vivienda a terceros sin autorización, vamos.
En quinto lugar, es importante cumplir con las normativas y reglamentos del lugar donde se encuentra la propiedad, como las leyes locales o las reglas de la comunidad, por ejemplo.
Y, por último, al finalizar el contrato de arrendamiento, el arrendatario debe devolver la propiedad en el estado en que la recibió, salvo por el desgaste normal por el uso.
Esta son solo algunas de las obligaciones del arrendatario, las más comunes y presentes en cualquier contrato de alquiler. Como podrás imaginar, todo esto puede variar en función de la legislación del país o de los términos pactados entre ambas partes en el contrato.
¿Cuál es el significado de arrendador?
El arrendador es el propietario, es decir, el que pone a disposición de cualquier interesado una vivienda a cambio de una renta o alquiler.
Es decir, la persona que tiene un bien y se lo alquila a un arrendatario bajo las condiciones estipuladas en un contrato de arrendamiento.
¿Qué obligaciones tiene el arrendador?
Al igual que al inquilino, el propietario también tiene una serie de obligaciones que debe cumplir y que vienen estipuladas en el contrato de alquiler. Estas son las más comunes:
Primero, debe entregar la vivienda en buenas condiciones según lo pactado en el contrato. Lo normal es que la propiedad esté limpia, en buen estado y cumpla con todas las normativas comunes.
Segundo, es el responsable de hacer reparaciones gordas que hagan que la propiedad se mantenga en condiciones habitables como reparaciones estructurales, sistemas eléctricos, calefacción u otros sistemas. En este sentido, lo mejor es revisar el contrato, ya que todo depende de lo que pacten ambas partes.
Aunque suene obvio, el tercer punto es cumplir con el contrato de arrendamiento. Es decir, debe respetar la duración del arrendamiento, el monto del alquiler y cualquier otra cláusula pactada.
A esto se suma que debe asegurar que el arrendatario pueda disfrutar del bien arrendado sin interrupciones indebidas. Es decir, respetar la privacidad del inquilino y no ingresar en la vivienda sin consentimiento, salvo en casos de emergencia.
En cuarto lugar, debe devolver la fianza una vez finalice el contrato de alquiler. Evidentemente, se debe restar cualquier importe deducible por daños causas a la propiedad o por impagos, conforme a lo estipulado por el contrato y la ley.
En quinto lugar, tiene que asegurarse de que la vivienda cumple con las normativas legales en donde entran en juego las normas de seguridad, habitabilidad y salud, así como las regulaciones estatales y nacionales aplicables.
Por último, pero no menos importante, debe notificar al inquilino de cualquier cambio con suficiente antelación, ya dea aumento de la renta, renovaciones del contrato o cualquier obra o reparación que afecte a la vivienda.
Al igual que las obligaciones del inquilino, estas son solo las obligaciones más comunes del arrendador, todo esto puede variar en función de la legislación del país o de los términos pactados entre ambas partes en el contrato.
Aunque estas son obligaciones evidentes entre arrendadores y arrendatarios, es cierto que pueden surgir problemas y al final esto impacte de manera directa en tu bolsillo. ¿Qué hacer para protegerte? Sencillo: un buen seguro de hogar.
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