Descubre si tu seguro de hogar cubre daños por goteras, qué aspectos se consideran para la indemnización, los motivos por los que se originan y cómo prevenirlas para que no vuelvan a aparecer en el futuro.

¿Por qué ocurren?

Las goteras generalmente ocurren por filtraciones de agua en una estructura, habitualmente en techos o paredes y pueden ser causadas por infinidad de factores. Desde falta de mantenimiento, desgaste por el tiempo o malas prácticas de construcción, hasta condensación de humedad, juntas deterioradas o problemas de impermeabilización.

Como podrás imaginar, es fundamental arreglar una gotera cuando aparezca para así evitar males mayores como la aparición de moho o diferentes problemas estructurales.

¿En qué casos cubre el seguro de hogar las goteras?

Lo positivo es que el seguro de hogar cubre las goteras en la mayoría de ocasiones, por lo que no vas a tener problema alguno en afrontar la reparación. Ahora bien, sí que hay determinados escenarios en los que el seguro no cubre las goteras.

Para que no te lleves ninguna sorpresa desagradable, atento.

Goteras por mantenimiento vs. accidentes

La diferencia entre las goteras causadas por mantenimiento o por un accidente es la clave para determinar si un seguro puede actuar o no.

Si las goteras se forman por falta de mantenimiento, la mayoría de pólizas de seguro no cubren este tipo de escenarios. Al final, el mantenimiento preventivo es una obligación, por lo que si la aseguradora piensa que es por falta de cuidado, puede que rechace la reclamación.

Ahora bien, si la gotera se forma por un accidente, es decir, una tormenta fuerte que rompe las tejas, una fuerte granizada que causa daños en el techo o una rotura accidental de una tubería que provoca una filtración, por ejemplo, la póliza del seguro de hogar sí que cubre este tipo de problemas.

Daños estructurales cubiertos por el seguro

El otro escenario a determinar son los daños estructurales en una vivienda. Generalmente, la póliza suele cubrir todos los daños causados por desastres naturales, fugas o roturas de tuberías, robo o vandalismo, explosiones o caídas de objetos o daños por incendios.

Si se determina que es algo así y hay problemas en el techo, paredes o cimientos de la vivienda, estará generalmente cubierto por el seguro de hogar.

Cómo reclamar los daños por goteras al seguro

Si buscas reclamar daños por goteras, tienes que seguir unos pasos muy concretos para que el proceso sea lo más efectivo posible y la reclamación tenga más papeletas para ser aprobada.

Documentación necesaria

Lo más importante de todo, sin duda alguna, es reunir de la mejor manera posible toda la documentación que necesitas. Hay varios elementos a considerar:

  • Copia de tu póliza: es fundamental tener a mano una copia donde se detallen todas tus coberturas para así poder confirmar si los daños están cubiertos y a proporcionar información a la aseguradora.
  • Pruebas: es importante que hagas fotos, grabes vídeos, registres la fecha del daño y, si puedes, documentes la causa o el lugar exacto por el que se está filtrando el agua.
  • Informes: cualquier ayuda es vital, por lo que si has contratado a alguien para evaluar los daños, pídele un informe por escrito que puedas presentar como prueba.
  • Presupuesto: ten a mano facturas o recibos de reparaciones temporales y un presupuesto que ayude a la aseguradora a estimar el costo de la reparación y a justificar tu reclamación.
  • Facturas de bienes dañados: si las goteras han dañado tus pertenencias, ten a mano facturas o recibos de compra para justificar su valor.
  • Informe de inspección: solicita una copia al perito para saber exactamente qué está pasando y así saber si está cubierto por tu póliza.
  • Registro de comunicación con la aseguradora: ten a mano también todas las llamadas o correos con la aseguradora para que no se te escape absolutamente nada de todo el proceso.

Proceso de evaluación del seguro

Todo lo anterior, como podrás imaginar, es clave durante el proceso de evaluación del seguro, ya que puede determinar si al final la reclamación sigue o no sigue adelante.

En general, es un proceso simple: se notifica a la aseguradora, la cual envía un perito para que pueda inspeccionar el daño causado y toda la documentación que has reunido para la ocasión.

Poco después se determina cuál puede ser el costo de reparación, algo en lo que has podido ayudar, si has metido un presupuesto en la documentación, como te hemos comentado, se revisan los límites de la cobertura y finalmente la aseguradora toma una decisión.

Si es a tu favor, se puede hacer un pago directo o pago al contratista. Si, en cambio, se rechaza la reclamación, siempre puedes apelar la decisión con nueva documentación con más pruebas o solicitar una segunda inspección.

Consejos para prevenir goteras en el hogar

Lo que es evidente es que hacer frente a una situación así no es plato de buen gusto para nadie, por lo que es vital prevenir la aparición de las goteras.

En general todo se puede gestionar con un mantenimiento preventivo y regular del techo, las juntas de las paredes, así como una inspección periódica de las tuberías para que todo esté en buen estado.

¿Qué hacer si el seguro no cubre las goteras?

Si el seguro no cubre las goteras, la clave es identificar la causa del rechazo, que puede venir por falta de mantenimiento, exclusiones de la póliza o causas no cubiertas.

En este sentido, lo mejor que puedes hacer es reparar el daño lo antes posible para que no llegue a mayores y luego apelar la decisión para ver si esta vez tienes mejor suerte.

Si nada funciona, es probable que tengas que revisar la póliza y mejorarla para así blindarte ante posibles riesgos futuros.

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