Hacer frente a un incendio en casa es algo que nadie quiere vivir. Puede que ocurra de manera imprevista y no puedas hacer absolutamente nada, pero también es cierto que existen métodos para prevenir incendios.
A lo largo de este artículo, te vamos a dejar algunos consejos básicos que, en gran medida, puedes poner tú mismo en práctica antes de acudir a un profesional, como la instalación de detectores de humo, la revisión de la instalación de gas o algunos elementos que debes evitar a toda costa para ponerle las cosas difíciles al fuego.
Instalar detectores de humos
Los detectores de humo son uno de los elementos vitales para garantizar la seguridad contra incendios. Generalmente, vienen algunos instalados dependiendo de la vivienda, pero nunca está de más contar con algún otro. Mejor prevenir que curar, especialmente si hablamos de incendios.
Ahora bien, ¿dónde es mejor instalar los detectores de humo?
En este sentido, lo mejor es colocar al menos uno de estos dispositivos en cada nivel de tu hogar. Por ejemplo, puedes ponerlos cerca de donde duermen las personas, como los pasillos. Ahora bien, evita a toda costa colocarlos cerca de ventanas, puertas, ventiladores de techo o conductos de aire, ya que puede afectar a su rendimiento.
En cuanto al lugar perfecto, lo más común es en el techo, cerca del centro de una habitación, aunque si hacerlo es inviable, puedes colocarlos en una pared al menos a 10 centímetros del techo y a unos 15 centímetros del borde superior.
Y para mejorar su eficacia, siempre puedes conectar estos detectores de humo al cableado eléctrico. De esta firma, estarán conectados entre sí y si se detecta humo en un área, todos los detectores de la casa empezarán a emitir la voz de alarma.
Por último, es fundamental una instalación adecuada y un mantenimiento regular para garantizar sus plenas facultades y así puedan brindarte la máxima protección a tu hogar.
Revisar la instalación eléctrica
Aunque en este sentido lo mejor es contar con la asistencia de un profesional, si tienes sospechas de que algo está mal, hacer una revisión general de la instalación eléctrica puede ayudarte a prevenir incendios y otros posibles problemas.
Antes de empezar, como es lógico, apaga la corriente eléctrica para así no tener ningún susto. Una vez hecho esto, puedes ver señales de un posible incendio en los siguientes elementos:
- Interruptores y enchufes: no solo tienen que tener buen aspecto, sino que no deben estar flojos ni mostrar signos de sobrecalentamiento. Si están calientes o la conexión entre encendido/apagado no funciona correctamente, cámbialo cuanto antes.
- La caja de conexiones: comprueba si hay cables sueltos, conexiones defectuosas o signos de sobrecalentamiento. Si ves algún problema, contacta con un electricista cualificado y no enciendas la corriente hasta la revisión.
- Sonidos extraños: si escuchas zumbidos en las paredes, olores extraños o chispas visibles, es evidente que puede existir un problema de riesgo de incendio.
- El cableado: echa un ojo para ver si hay cables desgastados o dañados y tócalos para ver si están calientes. Si esto ocurre, podría haber un problema de sobrecarga.
Esto, a grandes rasgos, es lo que puedes hacer sin la atención de un profesional. Inspeccionar visualmente y ver si hay algún problema que se puede ver a simple vista.
Lo mejor, como es evidente, es que si notas algo extraño, contactes con un profesional para que compruebe si realmente hay algo grave y así puedas prevenir un posible incendio.
Cómo apagar un fuego de origen eléctrico
Lo mejor en una situación de este tipo es llamar a los servicios de emergencia y esperar a que lleguen los profesionales para que ellos puedan apagar un fuego de origen eléctrico. Al final, es algo francamente peligroso y, en este sentido, es mucho más importante la seguridad personal.
De todas formas, hay algunos consejos que puedes poner en práctica si te toca enfrentarte a una situación así.
Como ya te hemos comentado, lo fundamental es evacuar el área y llamar a los servicios de emergencia para informar sobre el incendio y que puedan venir a solucionar el problema. Todo ello, aunque suene difícil, tratando de mantener la calma y evitar entrar en pánico.
Mientras llegan puedes actuar de 2 maneras diferentes:
Una, evitando por completo usar agua, ya que es un fuerte conductor de electricidad y puede aumentar el riesgo de descargas eléctricas, y apagar la corriente eléctrica para evitar que el problema vaya a más.
La otra, usar un extintor de incendios para fuegos eléctricos (Clase C) si lo tienes en casa para intentar apagar el fuego, pero teniendo en cuenta que debes mantener una distancia segura para evitar daños físicos.
Revisar la instalación de gas
Al igual que con la revisión eléctrica, revisar la instalación de gas es algo propio de profesionales, pero hay algunas cosas que puedes ver a simple vista en tu día a día.
Usa detectores de gas:
- Comprueba las llamas de los electrodomésticos: esto es cierto que en cocinas o calderas modernas no se puede detectar, pero si tienes una instalación antigua y ves que las llamas son amarillas, puede deberse a un problema de combustión.
- Comprueba la presión: una caldera debe estar siempre entre el 1 y el 2 de presión. Si está por arriba, está marcado en rojo, por lo que lo puedes detectar de manera visual, lo mejor es que cierres el suministro y llames a un profesional.
- Familiarízate con la válvula de cierre principal: si detectas algún problema grave, una solución rápida para que la cosa no vaya a mayores es cerrar la válvula principal, que generalmente está al lado de la tubería que conecta con la caldera.
- Ventilación adecuada: las estufas, calentadores o aparatos de gas necesitan una buena ventilación. Si no la tienen, pueden provocar acumulación de gases peligrosos o un problema eléctrico.
De nuevo, lo mejor que puedes hacer en estos casos es un mantenimiento regular o una revisión periódica por profesionales capacitados, pero al menos estos pequeños consejos te pueden ayudar a prevenir un posible incendio.
Evitar cosas inflamables
Por último, y aunque suene lógico, una de las formas más eficaces para prevenir un incendio en casa es evitar cosas inflamables.
Elementos como productos inflamables o químicos alejados de zonas de calor, evitar sobrecargar enchufes o regletas con exceso de dispositivos, la colocación de las velas en casa o el tener cuidado de colocar ropa cerca de fuentes de calor son algunas cosas que puedes tener en cuenta.
A pesar de que todo esto puede ayudarte a prevenir un incendio, es cierto que puede ocurrir una catástrofe y, en este sentido, lo mejor que puedes hacer es contar con un buen seguro de hogar que te pueda proteger ante cualquier imprevisto.
Sí, un seguro de hogar es algo que, aunque no es obligatorio, puede ayudarte a respirar tranquilo. Por ese motivo, lo mejor es contar con uno que pueda cubrirse en todo tipo de situaciones, como el que tenemos en Yoigo con la garantía de MAPFRE, que puede ayudarte a tener tu casa protegida ante cualquier inconveniente.