Un problema recurrente en casa es el mal olor de las tuberías. Te explicamos por qué sucede y cómo quitarlo
¿Qué causa los malos olores en las tuberías?
Lo primero y más importante es saber de dónde viene el mal olor de las tuberías. Si tienes esto claro, será más fácil ponerle luego una solución al problema.
Lo más habitual es que exista una acumulación de residuos. Con el tiempo, es posible que rastros de comida, grasa, pelo o jabón se acumulen en las tuberías y, al empezar a descomponerse, generan olores desagradables.
A esto puede sumarse una mala ventilación u obstrucciones en las tuberías que provocan que los gases se acumulen y, al no poder pasar, vuelvan atrás por la tubería y provoquen malos olores en tu casa.
Además, si la tubería está obstruida, lo habitual es que haga acto de aparición el moho o las bacterias, que también pueden producir olores desagradables.
Más allá de esto, también puede que algún componente se haya roto y esto provoque la aparición de malos olores. Por ejemplo, si tienes el sifón roto, el olor puede filtrarse e invadir tu casa, y si hay fugas en las tuberías, los residuos se pueden filtrar y causar malos olores en los alrededores.
Mantener las tuberías limpias y verificar periódicamente las trampas de agua y las ventilaciones puede ayudar a prevenir estos malos olores.
¿Cómo prevenir el mal olor de las tuberías?
Una vez tengas claro los motivos por los que aparece el mal olor en las tuberías, seguro que más o menos tienes claro qué hacer para prevenir su aparición. De todas formas, te echamos un cable.
Antes de empezar, dos consideraciones previas: asegúrate de que el sifón, la trampa de agua en forma de U, nunca esté seco, para así bloquear la entrada de gases, y asegúrate de que las tuberías no están bloqueadas para evitar así la acumulación de olores.
Con esto claro, hay cuatro ejes principales que debes tener en cuenta para prevenir los malos olores de las tuberías.
Realizar mantenimiento periódico
Esto es absolutamente clave. Es importante echar un ojo al sistema en profundidad cada cierto tiempo para ver si hay alguna fuga o rotura que provoque la aparición de malos olores.
En general puedes hacer una limpieza en profundidad trimestral, inspeccionar rejillas y filtros semanalmente o cada vez que notes acumulación y revises posibles fugas o roturas cada seis meses.
Usar vinagre y bicarbonato
No solo es una forma sencilla y barata de limpiar las tuberías, sino que además es perfecta para evitar la aparición de malos olores.
Lo único que necesitas es echar media taza de bicarbonato de sodio en el desagüe, seguido de una taza de vinagre blanco y dejarlo reposar unos 20 minutos antes de echar agua caliente, que ayuda a mantener las tuberías libres de residuos y grasa que pueden causar malos olores.
Evitar arrojar residuos sólidos
Puede sonar evidente, pero no lo es tanto. Al final ves un residuo tan pequeño que no le das importancia y dejas que se vaya por el desagüe. ¿El problema? La acumulación.
Estos restos se pueden quedar por las tuberías e incluso crear obstrucciones que provocan la aparición de malos olores.
Instalar un filtro antiolores
Sin duda uno de los métodos más efectivos para quitar el mal olor de las tuberías.
Además, tienen otras ventajas como la prevención de olores, el sencillo mantenimiento, ya que son muy fáciles de limpiar y reemplazar y la mejora de higiene general, ya que ayuda a mantener los desagües más limpios al bloquear partículas que podrían descomponerse y generar olores.
Cómo quitar el mal olor de las tuberías y los desagües
Una vez aquí, toca lo más importante: ponerle fin al problema si por mala suerte lo tienes rondando en casa.
¿Existe fórmula mágica? Realmente no: toca paciencia y repetición, pero al final conseguirás eliminar todo rastro de mal olor de las tuberías si le pones empeño.
Primero, puedes tirar por los remedios naturales y más baratos: bicarbonato y vinagre, como ya te hemos explicado un poco antes, así como el uso de agua caliente y sal gruesa.
Si ninguna de estas fórmulas te ha funcionado, toca dar el salto a productos comerciales. Es un desembolso algo mayor, evidentemente, pero como están diseñados para disolver restos orgánicos no te van a fallar. ¿Su funcionamiento? Simple: seguir las instrucciones del fabricante. Eso sí, usa guantes y ventila bien el área, ya que son productos químicos fuertes.
Si nada ha funcionado, lo más probable es que haya alguna obstrucción en la tubería, motivo por el que toca usar desatascador de goma para que así puedas liberar la tubería y que todo vuelva a la normalidad.
En este sentido, lo mejor que puedes hacer es ir cambiando entre producto desatascador y el propio desatascador manual para que con algo de esfuerzo logres despedirte del problema.
Con esto, lo más normal es que el problema haya desaparecido y ya no tengas que sufrir el mal olor de las tuberías en casa.
Ahora bien, puede que el problema sea mayor y tengas fisuras o fugas en las tuberías, algo que no puedes arreglar tú mismo de una manera normal, sino que toca recurrir a un profesional, con el consecuente gasto para tu bolsillo.
¿Qué hacer en estos casos? Fácil: apostar por un buen seguro de hogar, ya que puede ayudarte a hacer frente a este tipo de imprevistos.
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