Saber cómo limpiar el parquet es sencillo cuando tienes la guía correcta. A continuación, te contaremos cómo fregar el parquet, quitar manchas y más.
¿Cuál es la mejor forma de limpiar el parquet para que quede como el primer día?
Para la limpieza regular, que puedes realizar varias veces por semana, lo mejor es utilizar paños suaves o de microfibra o una fregona muy escurrida para que así no se dañe el parquet.
Si lo que buscas es que luzca como el primer día, lo fundamental es aplicar un producto para pulir suelos de madera y que así vuelva a recuperar el brillo de sus primeros días. ¿Cada cuánto tiempo debes hacerlo? Esto es sencillo: cuando veas que está perdiendo algo de presencia, algo que puede ocurrir cada cierto tiempo.
Por último, la clave para limpiar el parquet y que esté como el primer día es darle una capa de aceite o cera para mantener la protección y el acabado. Esto es algo que debes hacer 1 o 2 veces al año como mucho. Si no lo tienes claro, lo mejor es que sigas las recomendaciones del fabricante.
Cómo mantener los suelos de madera
En este sentido, hay 5 puntos que debes tener en cuenta para dejarlo en perfecto estado durante muchos años. Para echarte un cable, aquí te vas a encontrar cómo limpiar el parquet fácilmente en sencillos pasos.
Lo primero a lo que prestar atención es al barrido y aspirado.
En lo que se refiere al primer punto, es clave usar una escoba suave o un cepillo de cerdas blandas para no dañar el suelo, pero que a la vez puedas eliminar el polvo y la suciedad superficial.
En cuanto al segundo, lo mejor es apostar por una aspiradora con un accesorio de cepillo suave para evitar rayar la superficie y así eliminar por completo cualquier rastro de polvo.
Lo segundo es darle una limpieza profunda a tu parquet. Aquí la clave es usar una mezcla de agua tibia con un poco de jabón neutro, fundamental evitar productos que contengan amoníaco o abrasivos que pueden dañar el suelo y usar un paño húmedo de microfibra o una fregona muy escurrida para limpiar a conciencia.
Eso sí, asegúrate de que esté húmedo y no empapado, puesto que si hay demasiada agua puede ser malo para tu parquet a largo plazo.
A continuación, toca centrarse en la eliminación de manchas difíciles que no han salido con esa limpieza profunda inicial. Aquí debes localizarlas y aplicar una mezcla de vinagre blanco y agua, en partes iguales, usando un paño suave y, una vez eliminado el problema, secar inmediatamente.
Una vez terminado todo esto, toca un proceso de pulido y mantenimiento.
Primero con un pulido regular cuando veas que el parquet pierde algo de brillo con algún producto para pulir suelos de madera y siguiendo las instrucciones del fabricante.
Y, segundo, con una nueva capa de aceite o cera para mantener la protección y el acabado. ¿Cada cuanto tiempo? Se suele hacer una o 2 veces al año como mucho, pero, lo mejor es seguir las recomendaciones del fabricante.
Más allá de esto, también es importante que tu casa siempre esté en los mismos niveles de temperatura y humedad para así evitar la expansión y contracción de la madera y ventilar muy bien después de la limpieza para evitar que el parquet se seque por completo.
Por último, también puedes ser previsor y evitar posibles daños colocando protectores de fieltro en las patas de los muebles para evitar rayones y usar alfombras en áreas de alto tráfico para reducir la cantidad de suciedad y pisadas que pueden generarse y dañar el parquet a largo plazo.
¿Qué producto funciona mejor?
Lo último a considerar en este proceso sobre cómo limpiar el parquet de la mejor forma posible, es atender a los productos que funcionan mejor.
En este sentido, hay tantas marcas y productos en el mercado que lo mejor es darte una serie de recomendaciones pensadas para un momento concreto de su limpieza.
Lo primero es apostar por un jabón neutro que cuenta con un valor de pH máximo de 8, ya que de ser superior puede perder vitalidad. A esto debes sumar un paño de microfibra para limpiar el suelo, así como un aspirador de cerdas suaves para no rayar el suelo.
Lo segundo, es importante contar con un reparador de parquet para eliminar rayones o marcas que pueden aparecer por el día a día.
Y, Lo tercero, pero no menos importante, un buen aceite o cera para así devolverle el brillo y vitalidad perdidos.
No es sencillo mantener el parquet en las condiciones óptimas siempre y, por ese motivo, si se estropea por algún inconveniente o un hecho totalmente imprevisto, suponga un enorme quebradero de cabeza.
¿Qué puedes hacer? Simple: contar con un buen seguro de hogar.
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