Tener una fuga de agua en casa puede ser un auténtico dolor de cabeza.

No solo porque puede crear humedades, mal olor e incluso, en el peor de los casos, problemas estructurales en tu vivienda, sino que supone un constante goteo de dinero que vas a notar en tu factura mensual.

Por ese motivo, es clave aprender a detectar si tienes una en casa y que así puedas ponerle remedio cuanto antes. Aquí tienes algunos trucos muy fáciles que puedes poner en práctica.

Revisa el contador de tu hogar

Esta es la manera más rápida y efectiva para detectar una fuga de agua en casa. Lo único que tienes que hacer es seguir unos pasos francamente simples.

Primero tienes que comprobar que todos los grifos están cerrados correctamente y no hay agua corriendo por ninguna parte.

A continuación, debes revisar el contador de agua y anota los números que ves en el contador.

Es ahora cuando viene la parte más tediosa, pero necesaria: deja pasar un par de horas sin tocar absolutamente nada que implique activar el agua: un grifo, tirar de la cadena o cualquier cosa similar.

Por último, tras este periodo de tiempo, vuelve al contador y comprueba si algo ha cambiado. Si ves una variación, por pequeña que sea, es que tienes una fuga de agua en casa y toca poner medidas.

Detección de humedades

Aunque puede deberse a muchos otros factores, si tienes una humedad en casa, puede deberse a una fuga de agua, como es lógico.

Es importante, por ese motivo, que revises bien las paredes y los techos, así como las zonas por donde van las tuberías, lugar donde pueden aparecer con más facilidad si tienes algún problema.

Es clave, también, que eches un ojo cerca del fregadero, el inodoro, la ducha, la lavadora o cualquier aparato que use agua para funcionar.

También es posible que detectes humedades invisibles por el olor, si huele a moho persistente puede ser un indicio, o por el tacto, ya que paredes frías o húmedas pueden indicar la presencia de humedad.

Presta atención a los goteos

Esto también te puede dar pistas de que hay una fuga de agua en casa.

Intenta agudizar el oído para percibir algún goteo audible y así localizar su origen. Generalmente, viene de grifos, tuberías, techos o electrodomésticos, así que más o menos ya sabes por donde empezar.

Si el oído no te ha ofrecido ninguna respuesta, toca hacer uso del tacto y la vista.

¿Cómo? Ya te lo estarás imaginando: revisando grifos para cerciorarte de que están bien cerrados, llaves de paso para comprobar que no hay fugas en las conexiones, tuberías expuestas para buscar signos de humedad, electrodomésticos y manchas de agua en el suelo que pueden indicar un goteo persistente.

Mira los retretes

Otro de los elementos que te van a permitir detectar una fuga de agua en casa son los retretes.

Y lo cierto es que es fácil de detectar a través de 2 vías muy rápidas: escuchar si hay un sonido continuo de agua corriendo o bien si está echando agua constantemente sin que se esté usando.

También es bueno que revises el área del suelo en busca de manchas de agua, decoloraciones o áreas blandas alrededor de la base del inodoro, algo que puede indicar una fuga en la conexión entre el váter y el suelo.

Observa manchas repentinas

Por último, y muy unido a las humedades, están las manchas repentinas que pueden aparecer sin previo aviso.

Generalmente, aparecen por fugas de tuberías, filtraciones en el techo, condensación, electrodomésticos defectuosos o problemas de drenaje que, como habrás averiguado, pueden ocasionar fugas de agua en casa, así que es una pista evidente de que algo tienes que hacer.

Está claro que una vez detectes una fuga, puedes ponerle remedio, pero si es demasiado tarde, puede suponer un importante desembolso económico que no tenías previsto.

¿Cómo evitarlo? Con un buen seguro de hogar.

Sí, no es obligatorio, pero lo cierto es que contar con uno que pueda cubrirte en todo tipo de situaciones, como nuestro seguro de Mapfre a lo Yoigo, puede ayudarte a tener tu casa protegida ante cualquier inconveniente.