A lo largo de este artículo te vamos a contar cómo ahorrar energía en casa sin que tengas que romperte la cabeza en el proceso. Prácticas que puedes poner en acción de inmediato y que te van a suponer un ahorro para el bolsillo.
Formas de ahorrar energía en casa
Hay un sinfín de formas para recortar gasto en este sentido. En esta ocasión nos vamos a centrar en 8 tácticas simples, pero muy efectivas y que puedes poner en práctica desde hoy mismo.
Adaptar la potencia de luz contratada
Esta es una de las mejores formas de ahorrar energía y es probable que se te pase por alto.
Cuando contratas la luz, lo habitual es que te ofrezcan una potencia concreta estándar, pero es algo que puedes aumentar, con la lógica subida en la factura, así como disminuir, con la siempre deseada reducción en el precio.
Para que lo entiendas, la potencia contratada es la cantidad máxima de energía que puedes usar al mismo tiempo. Más fácil: cuántos electrodomésticos puedes usar a la vez antes de que salten los plomos.
Por tanto, analiza tu consumo, echa un ojo a cuántos dispositivos necesitas tener conectados a la vez, usa simuladores de potencia para obtener una estimación y después solicita el cambio para que puedas ahorrar energía y gastar menos en tu factura.
Aprovechar la luz solar
De perogrullo, pero no tan simple como parece.
Además, aprovechar la luz del sol no solo te va a permitir ahorrar energía, sino que también vas a tener una casa más saludable y agradable.
Para tratar de exprimir al máximo cualquier rayo del sol puedes usar cortinas ligeras para permitir la entrada de luz, pero mantener la privacidad, usar colores claros en la decoración para ayudar a reflejar mejor la luz y que así las habitaciones se vean más iluminadas o usa espejos en las paredes opuestos a las ventanas para que al impactar, lancen la luz al resto de la sala.
Evitar los consumos fantasmas de los electrodomésticos
Este tipo de consumo es el que hacen los electrodomésticos cuando están en modo espera o incluso apagados, pero están enchufados a la corriente. Hay varios puntos clave para evitar este tipo de consumo y así ahorrar energía en casa:
- Desconecta lo que no necesitas: es la forma más efectiva de evitar consumos fantasma. Quita cargadores de móviles, la cafetera, el microondas… cuando no lo estés usando y no te suponga un quebradero de cabeza, ponerlo de nuevo, mejor fuera del enchufe.
- Usa regletas con interruptor: la mejor forma de apagar por completo varios dispositivos a la vez y evitar que consuman energía cuando no están en uso.
- Apaga el wifi u otros dispositivos electrónicos mientras duermes: evidentemente no vas a usar internet mientras estás en la cama, por lo que evitar un gasto mientras duermes es ideal. Puedes usar un temporizador, una regleta con botón o hacerlo de manera manual.
- Quita el modo reposo: esto es algo que cada dispositivo moderno tiene en su interior y lo que hace es mantenerse alerta para descargar algo cuando lo necesita o un encendido más rápido. Son cosas que mejoran el día a día, pero si lo que buscas es ahorrar energía, es algo a considerar.
- Usa la carga eficiente: es fundamental evitar la carga del móvil por la noche. No solo porque afecta a la salud de su batería, sino también porque vas a tener un consumo fantasma durante buena parte de la noche, ya que tu dispositivo tardará menos en cargarse.
Usar bombillas LED
Aunque es una tecnología ya implantada por completo que desterró a las bombillas halógenas, siempre es bueno recortar el importante ahorro energético que suponen, ya que consumen hasta un 80-90% menos.
¿Su gran punto fuerte para ahorrar energía? Que son compatibles con reguladores o interruptores de intensidad, lo que te permite ajustar la iluminación y, en consecuencia, tener el bolsillo más lleno a final de mes.
Hacer una purga periódica de los radiadores
Dejando de lado la electricidad, otro punto clave para ahorrar energía está en los radiadores y una purga periódica hace que el sistema de calefacción funcione de manera más eficiente.
¿Y cada cuánto tiempo debes hacerlo? Simple: al iniciar la temporada de calefacción.
No cubrir los radiadores
Los radiadores calientan el aire a su alrededor, por lo que si están cubiertos, ya sea por ropa encima o por muebles, cortinas o cualquier decoración, no podrán distribuir el calor de manera eficiente.
Al final acabará consiguiendo la temperatura deseada, pero lo hará trabajando durante mucho más tiempo. ¿Resultado? Más consumo, más gasto.
Vigilar la temperatura de la nevera
Esto no solo es clave para mantener la frescura y seguridad de la comida, sino para que su trabajo diario sea eficiente.
¿Cuál es la recomendación en este sentido? Lo mejor es tener la nevera en los 4 °C o menos y el congelador en 18 °C o menos.
Poner la lavadora y lavavajillas lleno
Esto también es de perogrullo, pero es posible que dependiendo de la urgencia, pongas a funcionar el electrodoméstico antes de llenarlo del todo.
Si lo que buscas es ahorrar energía, lo mejor es llenarlo al máximo para maximizar su capacidad y tener que usarlo menos veces al mes, lógicamente.
Al final, todo lo que te hemos contado son muy buenas prácticas para ahorrarte una suma de dinero a final de mes, pero siempre puedes hacer más, sobre todo si te enfrentas a algún imprevisto que ponga en riesgo lo que tienes en casa.
¿Cómo? Con un buen seguro de hogar.
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