No es plato de buen gusto encontrarte con una hueste casi armada de bichos de algún tipo en casa y no poder hacer nada para remediarlo. Da igual lo que hagas, ya que parece misión imposible abordar el problema. En este momento, surge una pregunta evidente: ¿cubren los seguros de hogar las plagas?
Si en algún momento te has hecho esta pregunta, aquí no solo te vas a encontrar la respuesta, sino también algún que otro truco para prevenir cualquier invasión y evitar que te pueda ocurrir.
¡Vamos allá!
¿El seguro cubre las plagas?
Lo primero es lo primero: ¿cubre el seguro de hogar las plagas? Pues tristemente no, aunque, como es evidente, siempre se puede contratar alguna cobertura adicional para estar cubierto ante cualquier inconveniente que te preocupe.
¿Los motivos de esta exclusión? Las plagas suelen aparecer por falta de cuidado o mantenimiento del hogar, algo que es responsabilidad del inquilino o del propietario.
Ahora bien, existen un par de excepciones en donde podrías estás cubierto: una cobertura adicional que cubra la eliminación de plagas específicas como termitas o ratones o bien si una plaga causa un daño repentino o inesperado, como el colapso de una estructura por una infestación no detectada.
Lo más recomendable para saber si el seguro de hogar que tienes contratado cubre las plagas es revisar tu póliza, preguntar a un agente o, lo más inteligente, aplicar el mantenimiento preventivo para prevenir plagas.
Qué incluye el servicio de control de plagas
Si tienes suerte y tu seguro cuenta con cobertura, lo más probable es que te preguntes qué incluye el servicio para saber hasta dónde puedes llegar.
Generalmente, el servicio de control de plagas está pensado para identificar, prevenir y sobre todo eliminar infestaciones de diferentes tipos de plagas.
Lo primero que se realiza es una inspección inicial para evaluar el tipo de plaga, nivel de infestación y las áreas afectadas, así como un diagnóstico de las posibles causas de la aparición de la plaga.
En segundo lugar se desarrolla un plan de acción personalizado para eliminar la plaga de manera efectiva y segura, seleccionando los métodos y productos más adecuados y se realiza el tratamiento en el área afectada para ponerle fin.
A continuación, tocar el sellado de grietas, agujeros o puntos de acceso para evitar futuras infestaciones y, por último, se pone en marcha un plan de prevención, seguimiento y mantenimiento para garantizar que la plaga no regrese.
¿Cuántas veces puedo solicitar el servicio de control de plagas?
Una vez llegado aquí, es normal que te preguntes el número de veces que puedes solicitar este servicio. ¿El motivo? Hay determinadas plagas que requieren tratamientos recurrentes en el tiempo, por lo que vas a necesitar el servicio más de una vez.
Entonces, ¿hasta dónde puedes llegar? Si tu seguro de hogar cubre las plagas, te toca revisar de nuevo tu póliza para averiguar en qué tipo de escenarios podrás solicitar el servicio de control más de una vez sin gasto adicional o en qué casos está siempre incluido dependiendo del tipo de plaga.
Hay una serie de escenarios a considerar:
- Servicios puntuales: generalmente incluye una inspección y tratamiento para eliminar la infestación actual. Puede ofrecer un seguimiento dentro de un plazo determinado sin coste adicional.
- Contratos anuales o de mantenimiento: puedes solicitar el servicio varias veces al año y habitualmente cuentan con visitas preventivas trimestrales o incluso solicitudes adicionales extra si aparece una nueva infestación.
- Factores específicos: algunas plagas pueden requerir tratamientos recurrentes y el servicio suele incluir mantenimiento.
¿Cómo prevenir las plagas en casa?
Ya cubra el seguro de hogar las plagas o no las cubra, lo mejor que puedes hacer es aprender a prevenirlas para que no aparezcan ni en pintura. Son varios puntos clave con los que seguro que no vas a tener ningún problema de poner en marcha:
- Limpieza regular: aspira alfombras, limpia muebles, elimina el polvo, baja la basura regularmente… Lo típico de la rutina del hogar, vamos.
- Controla la humedad: ventila para mantener los espacios secos y evita la acumulación de agua para evitar que las plagas encuentren condiciones favorables para anidar.
- Control de accesos: inspecciona paredes, techos y suelos y sella grietas y huecos si lo encuentras. Coloca rejillas o filtros en desagües para impedir el acceso.
- Inspección periódica: revisa zonas propensas a plagas como áticos o sótanos y busca indicios de plagas como excrementos o ruidos inusuales.
Al final es sentido común en muchos casos, pero es cierto que si aparece algo que no has podido controlar, lo mejor es contar con un buen seguro de hogar.
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